Nos suele pasar bastantes veces, que tenemos electrodomésticos ó herramientas eléctricas y/ó electrónicas con bastantes años de antigüedad, y ya sea por que han sido descatalogados o bien sea porque no tienen recambios fáciles. Nos vemos obligados a tener que desecharlos y hacer pequeñas inversiones en maquinaria nueva, teniendo la actual poco ó muy poco usada.
Mas o menos ha sido lo que me ha pasado esta vez, y es que con la marca de herramientas de un conocido hipermercado de origen Alemán, la batería del atornillador eléctrico con cada uso que le daba y aún habiéndolo recargado totalmente….pues su duración era de unos pocos minutos y a muy poca potencia.
Conclusión, me decidí a desmontarlo para ver como se le podía…»meter mano» y que componentes tenían posible y factible reparación.
Cual fue mi sorpresa, al ver que no lleva ninguna circuitería electrónica (por lo visto, la lleva toda el cargador de la batería) y únicamente llevaba un conjunto total de 15 celdas de 1.2 V y 1.500 mAh. Todas ellas unidas mediante tira de níquel con soldadura por puntos, en un conjunto de celdas en serie.
Así pues, manos a la obra, decidí ponerle un conjunto de 5 celdas del tipo 18650 (3.7 v y 2.700 mAh). Todas ellas unidas en un conjunto de celdas en serie, con apoyo de tiras de níquel para 3 de ellas y las otras 2 unidas por cable a estas 3, ya que iban a ser las 2 que estuviesen en la conexión de la batería con el atornillador eléctrico.
El resultado, es que obtengo un conjunto de 21 V en lugar de los 18-19 que suministraba la anterior batería. No es peligroso, ya que es una tensión que va directamente al motor de ataque del rotor del taladro, y con ello consigo un poco más de par de apriete, con una consiguiente ganancia de autonomía.